La disciplina política no puede prescindir de la voluntad de los hombres. La disciplina política ha de contar con la voluntad de los disciplinados. Esa es una obediencia, pero por convicción; una obediencia absolutamente voluntaria, sin matar la voluntad ni el libre albedrío de los hombres. Esto se consigue mediante la educación. En los pueblos que practican la democracia como nosotros, la disciplina se obtiene por la subordinación de las minorías a las mayorías. Se vota y se dice: “El pueblo quiere esto”. Cuando hay dos tercios se hace la voluntad de los dos tercios y no la voluntad de un tercio; es decir, completamente todo lo contrario de lo que pretenden los opositores, quienes, a pesar de haberles ganado nosotros todas las elecciones en todas partes, quieren que se haga lo que dicen ellos.
Juan D. Perón
(Discurso pronunciado en la Primera Asamblea Partidaria del Luna Park.)
Julio 25 de 1949.
Del libro “Habla Perón”.
(Discurso pronunciado en la Primera Asamblea Partidaria del Luna Park.)
Julio 25 de 1949.
Del libro “Habla Perón”.

No hay comentarios:
Publicar un comentario